“Aquamanía”: de la diversión en las piscinas al olvido y abandono

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26 junio, 2016 por El Periódico de Belén

“Aquamanía”: de la diversión en las piscinas al olvido y abandono

 

Por. Michelangelo Grieco Aguero.

Para los niños y niñas crecidos en los años 90´s en Belén, podremos recordar “Waterland” o anteriormente “Aquamanía” como aquel lugar extraordinario al que se iba una vez perdida y se trataba de aprovechar todo lo que tenía que ofrecer en una sentada; se volvía a la casa magullado, adolorido, sucio y oloroso pero con una gran sonrisa en la cara. Y cómo no, si el parque tenía una pista de go-karts, una granja, toboganes de agua, todo tipo de piscinas (¡hasta con una cueva!), comida, mini golf, todo lo que un niño o niña habría de pedirle a la vida.

Unos años después nadie supo ni cómo, ni porqué, el parque fue cerrado y puesto en venta, matando la ilusión de los niños que estábamos ya en una fase avanzada de la pubertad. Después de esto, el parque fue abandonado.

En términos generales, si bien la arquitectura del parque estaba pensada para el disfrute de la personas, hay algo importante que rescatar, hubo un esfuerzo en la planificación para conservar la belleza escénica natural que yacía en la finca antes de construirse y gracias a eso, el parque gozaba no sólo del disfrute de las piscinas y todo aquello planeado para los visitantes, sino que existía una zona del parque boscosa y rica en biodiversidad y esto era utilizado por los organizadores de actividades, se hacían recorridos por los senderos y paseos en monta a caballo. Bien que mal había cierto grado de armonía con el ambiente, de lo cual podría aprender la Municipalidad, más que pensar en un desarrollo del cantón basado en una mentalidad de construir y sólo construir. Se espera que estas fotos sirvan no sólo para ver cómo se encuentra el parque, sino como reflexión de lo que estamos haciendo con las zonas boscosas de nuestro cantón.

Ahora, puede verse en la entrada de la finca un rótulo del MINAET que anuncia una próxima edificación en alguna zona de las instalaciones; el panorama ya no será como siempre lo hemos visto al pasar y lo pone a uno nostálgico ver cómo se van los recuerdos infantiles en una obra de construcción.

Es por esto que fuimos a revisar cómo se encontraba este santuario abandonado por curiosidad, solicitamos permiso al cuidador del recinto y nos adentramos en la finca para explorar las ruinas del aclamado parque acuático que ahora no es más que un pueblo fantasma y compartimos con ustedes lectores lo que encontramos, en el presente foto-reportaje.

 

La pista de go-karts y el edificio donde se guardaban, e incluso una pequeña estación de gasolina; han sufrido un enorme deterioro y se encuentran opacadas por la creciente vegetación que invadió la zona.

 

 

La zona de comidas totalmente vacía y cubierta de polvo, hojas y telarañas, puede verse que los precios de los combos intacto en lo alto de lo que antes era la cocina.

 

El mini-golf: una serie de áreas cubiertas de una lona verde con sus diferentes obstáculos. Ahora, no es más que el hábitat para insectos y algunas aves.

 

La piscina de los pequeños, un área que solía estar lleno de vida y de goce. Actualmente el agua estancada es criadero de mosquitos y otros insectos, los murales despintados y sin vida y la maleza crecida ofrecen un triste panorama.

 

La regadera de la llave de tubo abierta, que nos impresionaba de niños porque no entendíamos cómo un grifo abierto podía sostenerse ahí estático. Se revela el truco ante nosotros como un tubo cubierto de herrumbre que servía de sostén para la regadera.

 

La piscina de 3 metros de profundidad que alguna vez pensamos que no tenía fondo, ahora aparece embarrialada, despintada y sin ninguna magnificencia, cual si fuera una tinaja grande de cemento.

 

 

La misteriosa cueva de la piscina central donde “asustaban”, ahora totalmente seca y repleta de hojas de árboles y basura.

 

 

Una vista superior del área de piscinas; pueden verse ahora todas las profundidades de los diferentes sectores, el moho crece en el fondo de las mismas y el puente de madera enfrenta la pudrición.

 

 

Los codiciados toboganes de agua, que nos hacían esperar una larga fila para unos cuantos segundos de adrenalina en una bajada veloz para finalmente llevarse un espaldazo contra la piscina del fondo.

 

La piscina al final de los toboganes; ahora lúgubre, cubierta de ramas y agua de lluvia estancada. Puede verse el final de los toboganes en mal estado y cubiertos de maleza.

 

 

¿Recuerdan aquel tobogán rompe espaldas de alta velocidad, que causaba un impacto en el agua al final muy violento? Pues aquí lo encontramos, descuidado, seco y tomado por la naturaleza.

 

 

Parte de los senderos de la finca, todavía conservan una belleza natural propia de un bosque.

 

 

Parte de los senderos de la finca, todavía conservan una belleza natural propia de un bosque.

 

 

 

Parte de los senderos de la finca, todavía conservan una belleza natural propia de un bosque.

 

 

 

Parte de los senderos de la finca, todavía conservan una belleza natural propia de un bosque.

 

 

 

¿Recuerdan aquel tobogán rompe espaldas de alta velocidad, que causaba un impacto en el agua al final muy violento? Pues aquí lo encontramos, descuidado, seco y tomado por la naturaleza.